La idea me surgió sin más, como todas las ideas, bueno con un poquito de calentamiento de cabeza.

Después de tantos años leyendo artículos de prensa, escuchar tertulias de radio y TV. y darme cuenta que los tertulianos eran los mismos, un año tras otro, me preguntaba por qué no traían otra gente, otros tertulianos, es que en este país de 40 millones de personas sólo 15 ó 20 tenían y tienen opinión sobre todas las cosas. Claro, en la prensa escrita, ¿quién tiene acceso a escribir artículos?; los periodistas, los escritores (algunos) y algún personaje famoso más; los ciudadanos sólo tenenmos acceso a las cartas del director y publican, claro está, las que ellos quieren, puesto que las que no interesan no son publicadas.

Y de la TV. qué vamos a decir, pues peor, las pocas tertulias que había desaparecieron, así como los programas de actualidad, esos ni existen, sólo emiten tertulias de salsa rosa, un bochorno o un aniversario presenta para las mujeres (pienso).

Los únicos programas presentables están en horario nocturno; será que no hay filósofos en este país y gente que tenga distintas opiniones sobre política, ciencia, cine, teatro, libros, pintura y cualquier tipo de cultura que surja, tanto social como política, para que siempre estén los mismos opinando sobre todo, como los demás no existiéramos, puesto que yo pienso que cualquier ciudadano de a pie debe tener su opinión, y de hecho la tiene, por lo tanto habría que darle su espacio para expresarla o por lo menos que la escuchara o leyera en cualquier medio, sea escrito o visual y las tertulias volvieran a ser un tema diario de radio y TV. con diferentes contertulios y que tuvieran acceso a las mismas todos los ciudadanos que lo desearan y que no siempre sean los mismos los que opinan sobre toda clase de temas (un poco penoso ¿no?).

Así me surgió la idea del Pizarra Café: crear un sitio donde cualquier persona que lo desee pueda expresar y escribir lo que quiera. Filosofar, crear, expresar sus ilusiones, sus decepciones, sus alegrías, sus tristezas, sus ocurrencias, sus ideas para regalos, sus frases originales, en una palabra, lo que sienta.

Y después, que todo esto no se pierda, sino todo lo contrario, sacarlo a la luz y que lo que se ha escrito en esta pizarra, palabras de cualquier persona anónima, no se borre ni desaparezca. ¿Cómo? Recopilándolo en un libro, todos esos pensamientos, esas ideas, mal o bien expresadas, mal o bien redactadas, pasarán a ese libro, en el que cientos y cientos de ciudadanos manifestarán lo que sentían y pensaban en ese momento ante la pizarra. Y así será año tras año.

Gracias a todos por participar y animaros a que continuéis haciéndolo. De esta manera no perderemos la escritura, las ideas, los pensamientos, los sentimientos ni las ganas de vivir.

Jose Aldo Gomez